No vas a leer nada alucinante, ni un blog re divertido, ni reflexiones políticas o filosóficas.
Esto soy yo. Este es mi mundo.
Mi mundito y yo.
Pasá y cerrá la puerta, bienvenido.
Esto soy...

INÉDITO

inconvenientes impensados

inédito, impresionante

intentos ineficaces impiden irrumpir

integrantes incompetentes, inmaduros

ignotos

ímpetu inhibido, ¡indignos!

instantes irrisorios, intensos

intemperie irrespirable

iconoclasta iberoamericano

inexperto, ilusorio...

intercambia, itera.

¡ingresa! inesperado

interior ígneo imprevisto

intentan irse

imposible

imploran

impasse

ENCONTRAR

"Encontrar un lugar antiurbano en donde descansar y sentarme a tu lado a ver el sol brillar a la orilla del lago y sentir que soy LIBRE.
Libre de verdad puedo ser, y sentirme, viendo el atardecer..."

("Encontrar", La Semilla y sus Narices)


Foto: María Alejandra Azcona

Soy loco por tí

Soy loco por tí, América. 
Soy loco por tí de amores.

Foto: Iván Berra

La lluvia hace todo más bonito

La lluvia hace todo más bonito
Los verdes son más verdes, reviven
Las plantas balconeras festejan
Los autos se lavan, solitos, sin más
Sus dueños: contentos
Tu pelo, mojado, aplastado, despeinado
Es más bonito
El ruido de la ciudad
Interrupido por el de las gotas al caer
Es más bonito
La lluvia hace todo más bonito
Sobre todo las siestas.


Y QUE...

Y que estás muy linda, y que vayamos a un lugar más tranquilo, y que quiero verte de nuevo, y que de tanto verte te quiero, y que qué somos, y que la fidelidad tal cosa, y que el amor tal otro. Seamos novios. Y que te amo, y que toda mi vida, todita toda, quiero estar con vos, y que sos única, y que la vida me sonríe si me sonreís. Vivamos juntos. Y que verte cada mañana es ver el amanecer más hermoso, y que cocinás mejor que mamá, y que te amo, y que no puedo estar sin vos, y que este cuarto puede ser para un bebé, y que hoy viene mi vieja a comer, y que mañana salgo con los chicos. Y que no te enojés, y que vos podés y yo no, y que ese compañerito tuyo, y que vos también roncás, y que no me cocinás como antes, y que en la cama estás rara, y que te juro que levanté la tapa, y que así no va, y que siempre lo mismo, y que hoy viene mamá y cocina ella, y que tomé dos cervezas nada más, y que así no puedo, y que no me dejás vivir en paz, y que...

LUCA ES DUENDE

"Yo tuve la mejor flor, la mejor de la planta más dulce"
Carlos "el Indio" Solari
  
         Cuentan que nació en Italia y que, como un ratón que sigue al flautista, él siguió a la música hasta Inglaterra, donde florecía. Cuentan que estuvo con los Pistols y que se enganchó en la pesada. Cuentan que vino a la Argentina a rescatarse y que se instaló en Córdoba son la idea de tener vacas y hacerse chacarero. Cuentan que la noche lo seguía y que él trajo la noche al rock del palo. Cuentan que era tan lúcido que tomaba ginebra para no molestar. Cuentan que en vez de ponerle mayonesa a la ensalada, la usaba para condimentarse la sangre, para volverse deslumbrante y amanecido, para calmar los fantasmas. Cuentan que fue un fantasma que llegó tarde, pero muy temprano para el roll. Cuentan que tuvo que venir él a explicarnos lo que era el Abasto, lo que eran las rubias taradas, lo que podía hacerse con la música. Luca tenía otra oreja, su penúltima ginebra quedará sin tomar...
          Dejemos que sigan contando.

(Freddy Fernández y Alejandro Raymond, Duendes del Conurbano, Ed. El Asunto, 2009)


(Dibujo: Freddy Fernández, en Duendes del Conurbano, Ed. El Asunto, 2009)

Lucía

Del verbo LUCIR: lucía.

Tercera persona, ella. Pretérito imperfecto.

Pretérito, ayer.

Imperfecto. SOBRE TODO imperfecto.
Imperfecta.

Lucía. Tercera persona, pasado, imperfecta.
Ella lucía.

Lucía. Primera persona, ayer, imperfecta.
Yo lucía.

Lucía. Primera persona, hoy.
Imperfecta, siempre.

Yo, Lucía
.

Charlas de gente común

Che, ¿Javi dónde está? Cagando, bancá. Dale!! Que viene la traffic! ¿Otra vez en el baño? Pero si ya fue a la madrugada! Sí, que hijo de puta, qué manera de cagar! Estará descompuesto? No, caga normal. Andá, tocale la puerta. Vos de envidia, nomás. Faaa, sí! Ya no se qué hacer!! Uh, todas las minas lo mismo. Yo cago en cualquier lado, no se por qué dan tanta vuelta. Posta, tomate un yogurcito de esos de última. O un ferné, el ferné es la que va. El ferné te licúa el orto. Eso necesito! ¡Eh, loco! No se puede ni cagar en paz... Y bue, cuántas veces querés ir?? Cada vez que tenga ganas! Además me gusta, dejame. A quién no! Yo me puedo leer libros enteros sentado en el inodoro. Dos o tres veces voy seguro. Ah, pero eso porque es tu casa, yo acá no puedo. Sí, la comida es diferente, los viajes, los nervios!! ¿¡Los nervios!? Y sí, no es tu baño... No te rías, en serio! Yo cuando me fui a vivir con Pablo no cagué por una semana. Esos son los nervios, un bajón! Imaginate, no quería ni garchar, a ver si me daban ganas por la fuerza. Chicas, caguen y dejense de romper las pelotas. Bueno, igual las minas somos siempre más constipadas que ustedes. Obvio, yo antes era constipada, pero desde que laburo en el lugar nuevo, como más cosas con cereales y todo eso. Y re-ayuda, viste? Sí, ni hablar, la comida es re importante.
Ahí está la traffic, vamos.
Che, y a todo esto... Cómo se llaman? De dónde son? Dale, cuenten.

Norman

La lealtad es una invención preciosa de los hombres que querían tener la puntería de querer a una sola persona.
(Norman Briski)




Tata Inti

El Sol sale y va a mostrar a todo el mundo su verdad.
Esa que nadie ve por el resplandor de su mirada.

Está cansado de salir cada día para ver que nadie piensa en los demás. Nadie aprovecha lo que él les da.
Su riqueza no tiene monedas, es sólo energía de paz. Entonces, ¿por qué tendrán que pelear si él no se va a apagar...?

Una nube de maldad es lo que ve sobre nosotros.
Su tristeza es muda y tampoco se verá.

Pero en el centro de su alma, el Sol, que hace tiempo vio la paz, a veces quiere... dejar de brillar.




Foto: María Alejandra Azcona

...

En cada coma inspiraba muy profundo.
Aire que soltaba de a poco con cada palabra que escribía su alma.
Punto seguido y cerraba sus ojos, juntando la fuerza para seguir.
Algunos puntos suspensivos escribían los suspiros de tristeza y resignación...
Signos de interrogación llenaban su corazón preguntando "¿por qué?".
Dos puntos y algunos paréntesis trataban de explicar el fracaso, pero los signos de exclamación lo frenaban desesperados.
En el punto y aparte despejaba su mente, y cada vez más comas llenaban el papel de aliento que se iba para siempre de su cuerpo.
Faltaba un párrafo, la despedida.
Pero su corazón dijo basta y dejando la lapicera, sin previo aviso, el punto seguido fue punto final.