No vas a leer nada alucinante, ni un blog re divertido, ni reflexiones políticas o filosóficas.
Esto soy yo. Este es mi mundo.
Mi mundito y yo.
Pasá y cerrá la puerta, bienvenido.
Esto soy...

Loco (I)

    
    De repente, se abrió la puerta de la habitación del técnico. Bielsa atravesó el lugar, se sentó frente a Gamboa mientras este seguía con la rutina del Mrs. Pacman y tuteándolo, por la confianza de los años vividos, le dijo:

    - ¿Cómo estás? ¿Tenés ganas de jugar?
    - ¡Estoy desesperado por jugar, profe! ¡Tengo unas ganas terribles!
    - ¿Te puedo hacer una pregunta?
Gamboa no abandonaba su mirada hacia la pantalla, lo cual generó el fastidio del técnico.
    - ¿Te puedo hacer una pregunta, o no?
    - ¡Sí, profe, digame!
    - ¡Pero no me estás entendiendo! ¡Dejá el juego y mirame!- lo conminó -. Decime Fernando, ¿qué das por ganar el partido de mañana?
    - ¡Todo, profe! Si usted me conoce a mí...
    - ¿Pero qué es todo?
    - Y... Si me tengo que tirar de cabeza, lo hago. Para mí mañana es la vida, es así de simple.
    - ¡Pero no! ¡Vos tenés que dar más! Pensá que tenés que dar más.
    - ¿Más? La verdad es que no lo entiendo.
    - ¡Más! ¡Tenés que dar más!- su enojo por no encontrar la respuesta esperada era evidente.
    - Profe... ¿más que eso? Trabar con la cabeza. Jugar cada pelota como la última. Apoyar al equipo y tratar de sacar la pelota bien desde abajo...
    - No... Te estoy pidiendo otra cosa. ¡No me entendés!
    - Y bueno, no sé, digame usted.
    - Para que vos te des una idea: nosotros tenemos cinco dedos en cada mano. Si a mí me prometen ahora que ganamos el clásico... ¡me corto un dedo!
    - Pero profe... ¡Cómo me va a decir eso! ¡¡Cómo que se va a cortar un dedo!!
    - Ya sé. Recién terminé de hablar a mi casa y mi señora me dijo lo mismo. Pero no importa, yo te digo que me corto un dedo.
    - Pero profe... cuando ganemos cinco clásicos se queda sin la mano.
    - ¡Me parece que vos no entendés un carajo de qué se trata todo esto!

(Frag. de La vida por el fútbol. Román Iucht. 
Ed. Sudamericana. 2010)



















Loco divino, ¿dónde estás? Yo sé muy bien que al Parque vas a regresar. Toda tu gente esperá por vos, para que vuelvas...

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