Un día después
(después de vos...)
crucé los dedos.
La barca pasó
y el río quedó, al fin, quieto.
Sólo un cuento fue
que ayudó a pasar un buen rato.
Un castillo de naipes que cayó
y palabras baratas.
En el aire entre los dos
brilló una copa rota.
Mala suerte,
mi palma dio un destino oscuro.
Un dulce licor de romero
fue la mala idea loca.
¡Te vas a enterar por esta canción
para el carioca!
No sueño más con vos,
ya cayó otra flor del cielo.
Te voy a robar esta canción de amor
y de consuelo.
A la suave luz de la luna
vi tu espalda.
Hay un lugar allí para mis huellas
y un lunar nocturno.
Apostamos mal,
serás más feliz vagabundeando.
Muy poco amable fui,
nada nuevo vi en tus ojos.
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